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LA EDUCACIÓN Y EL ACOMPAÑAMIENTO EFICAZ EN EL CONTEXTO DE LAS PRINCIPALES TENDENCIAS

Keym Santizo
Psicólogo
Forma_Rostro

Si comprendiéramos mejor nuestra «mente», desde diferentes puntos de vista, entonces el Bienestar (Salud y Felicidad) en nuestra vida, emergería con más frecuencia. En esta dirección, se propone el «Acompañamiento eficaz» como una herramienta de soporte y ayuda a nuestra disposición.

«Acompañar» es una apuesta a la subjetividad a través del desarrollo de un vínculo que contemple alteridad. El término acompañar deriva del vocablo latino «cumpanis», el cual designaba a los compañeros que se reunían para elaborar una materia prima, el pan. La inclusión del prefijo “a” a la palabra compañero provoca algunos cambios: introduce una asimetría en el vínculo y marca una dirección, el acompañante es quien camina junto a otro, es una presencia comprometida. Esta presencia es uno de los fundamentos del Acompañamiento.

En el contexto de la prevención y la promoción de la salud – el Bienestar –, el «acompañamiento eficaz» representa una potencial estrategia creativa para la elección de la modalidad del servicio, ya sea para comunicar a los otros su propio valor y su propio potencial, ya sea para favorecer preventivamente la flexibilidad al cambio, en virtud de una auténtica y correcta gestión de eventuales crisis tanto en la dimensión personal – académica, laboral, profesional, etc. – como en la dimensión grupal – familia, amigos, compañeros de estudio o trabajo, etc. En esta sede, la eficacia del acompañamiento se perfila en base a los aportes, ya sea de Albert Bandura – con el Sentido de Eficacia personal y grupal –, ya sea con aquéllos de Sara Schietroma y Raffaele Mastromarino – acerca del Liderazgo Eficaz, como una propuesta de integración funcional, en psicología, psicoterapia y salud.

El futuro de la educación y el acompañamiento. El mundo es testigo de una creciente desconexión entre el imperativo del crecimiento económico y los recursos «no-renovables» de nuestro planeta; entre la creciente prosperidad de algunos y la pobreza de muchos. El rápido cambio tecnológico no ayuda a ser lo suficientemente conscientes de las necesidades sociales y, a pesar de la creciente conectividad, muchos se sienten solos y sin «voz».

A menudo se propone una mejor educación como solución a estos diversos retos. Examinar el futuro de la educación y del acompañamiento en el contexto de las principales tendencias económicas, políticas, sociales y tecnológicas es necesario para que la educación ayude a los individuos a desarrollarse como personas, ciudadanos y profesionales. En un mundo complejo y en rápida transformación, esto podría requerir un replanteamiento de la relación entre el aprendizaje formal e informal y una reimaginación de los contenidos y de la enseñanza. En un mundo cada vez más digitalizado, estas tendencias entrelazadas y en evolución podrían afectar a la propia naturaleza del conocimiento y del aprendizaje. Reflexionar sobre el futuro de la educación no significa simplemente trasladar los problemas al futuro. Por el contrario, la elaboración de políticas responsables trae al presente los desarrollos futuros para aprender y prepararse.

¿Qué tendencias marcan la educación y el acompañamiento? Es de vital importancia explorar las megatendencias que afectan al futuro de la educación, desde la primera infancia hasta el aprendizaje permanente (lifelong learning). Cada una de las cinco secciones, que se presentan a continuación, comienza examinando el impacto del COVID-19, dando paso sucesivamente a las tendencias y sus implicaciones para la educación y el acompañamiento. La pandemia del COVID-19 nos recuerda que, a pesar de nuestros mejores planes, al futuro le gusta sorprendernos.

A. CRECIMIENTO

El crecimiento económico ha elevado el nivel de vida de muchos, pero la sostenibilidad social y medioambiental sigue siendo un reto. La educación puede fomentar la adaptabilidad en una economía global cambiante y estimular la reflexión sobre el tipo de futuro que queremos construir. Esta sección explora estas cuestiones a través de cinco tendencias:

(1) Creciente prosperidad: destaca cómo el crecimiento económico ha mejorado el nivel de vida y ha reducido la pobreza extrema; (2) Una nueva fuente de crecimiento: presenta un nuevo motor de crecimiento económico, como la inversión en activos intangibles; (3) Presiones demográficas: examina las presiones del envejecimiento de la población sobre la sostenibilidad fiscal y social; (4) ¿Una revolución del crecimiento?: contrasta el cambio hacia las energías renovables con el creciente consumo de energía y la dependencia de los combustibles fósiles – petróleo, carbón y gas natural; (5) Hasta el infinito y más allá: ilustra los posibles beneficios y desafíos de la creciente economía espacial.

Estas tendencias se relacionan con la educación y su futuro a través de una serie de preguntas y escenarios. Se discuten las posibles implicaciones del COVID-19, tanto inmediatas como a largo plazo. Las tendencias pueden acelerarse, doblarse y romperse. A medida que la conmoción disminuye, surgen preguntas abiertas e importantes sobre los efectos a largo plazo de estos cambios. Acelerarse. ¿Se acelerará el despliegue de las energías renovables con la recuperación de la economía mundial? El uso de las energías renovables en la generación de energía cobró impulso durante la pandemia. Sin embargo, las energías renovables siguen representando una parte ínfima de la energía consumida a nivel mundial; Doblarse. Las crisis afectan de forma desproporcionada a los más vulnerables, ¿Seremos más resistentes para la próxima? La pandemia interrumpió más de dos décadas de progreso continuo en la reducción de la pobreza. Aunque la pobreza extrema vuelve a disminuir, casi 100 millones de personas más fueron empujadas a la pobreza en 2020; Romperse. A medida que la economía se recupera, ¿se romperá con un modelo insostenible? Algunos países desplegaron paquetes de recuperación económica sin precedentes.

Implicaciones para la educación y el acompañamiento: (a) La educación contribuye a dotar a los individuos de las habilidades necesarias para participar en la sociedad y en la economía; (b) Las inversiones estratégicas en educación pueden ayudar a reducir la desigualdad; (c) Las instituciones educativas son instituciones de anclaje clave para las comunidades; (d) Una población cualificada que esté preparada para satisfacer las demandas de una economía en rápida evolución caracterizada por el cambio tecnológico hace que el aprendizaje permanente sea cada vez más necesario; (e) ¿Cómo puede la educación desarrollar la conciencia medioambiental de los estudiantes, así como animarles a traducir ese conocimiento en actitudes y comportamientos sostenibles (individuales y colectivos)?; (f) El replanteamiento del crecimiento económico requiere competencias técnicas, así como un pensamiento creativo y crítico, ¿Cómo pueden adaptarse los contenidos y los planes de estudio para fomentar una mayor diversidad intelectual y abordar los retos interdisciplinarios del crecimiento sostenible?; (g) Preparar a las personas para los nuevos puestos de trabajo implica a menudo formarlas en el uso de la tecnología más avanzada.

B. VIDA Y TRABAJO

Nuestra vida cotidiana está cambiando, tanto en el trabajo como en casa. La educación puede seguir ayudándonos a crecer personal y profesionalmente. Pero, ¿qué futuro vemos para nosotros y nuestras comunidades? Esta sección explora estas cuestiones a través de cinco tendencias:

(1) ¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar?: examina las tendencias de las horas de trabajo y el tiempo libre; (2) ¿Nuevo empleo para una nueva era?: examina el aumento de las formas de trabajo no estándar, como el empleo temporal y el trabajo independiente digital; (3) La cuantificación de la vida: explora cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás a través del seguimiento y las relaciones digitales; (4) Las familias del siglo XXI: ilustra los cambios en las estructuras familiares y la evolución del reparto de las tareas reproductivas y de cuidado en el hogar; (5) Calidad de vida: examina nuestra calidad de vida a través de la seguridad personal y las condiciones de la vivienda.

Estas tendencias se relacionan con la educación y su futuro a través de una serie de preguntas y escenarios. Se discuten las posibles implicaciones del COVID-19, tanto inmediatas como a largo plazo. Las tendencias pueden acelerarse, doblarse y romperse. A medida que la conmoción disminuye, surgen preguntas abiertas e importantes sobre los efectos a largo plazo de estos cambios. Acelerarse. El gran enredador: ¿Será el teletrabajo la nueva normalidad?; Doblarse. ¿Cuál será el impacto duradero en el empleo, el bienestar y la resiliencia de los jóvenes? La crisis del COVID-19 deshizo diez años de progreso en el empleo juvenil. A medida que la crisis disminuye, el desempleo juvenil parece recuperarse, pero los impactos a largo plazo no están claros; Romperse. ¿Durará el reconocimiento de los «trabajadores esenciales»? El COVID-19 suscitó un debate sobre el valor público y el reconocimiento de determinadas profesiones. Los profesionales de la salud, los cuidadores, los trabajadores domésticos, los productores y vendedores de alimentos, muchos de los cuales luchan con salarios bajos y condiciones de trabajo difíciles. Dichos trabajadores están recibiendo ahora un mayor reconocimiento y apoyo en muchos países.

Implicaciones para la educación y el acompañamiento: (a) La creciente cuantificación de la vida está vinculada a una expectativa cada vez de mayor perfección, en la educación, la apariencia, las relaciones y la vida en general. ¿Cuál es la mejor manera de capacitar a los alumnos para resistir esta presión? ¿Cómo puede la educación ayudar no sólo a abordar sino también a prevenir las posibles consecuencias negativas (por ejemplo, el aumento del estrés y la ansiedad; y la reducción de la asunción de riesgos debido al miedo a cometer errores)?; (b) El acceso a una educación y unos cuidados de alta calidad para la primera infancia se asocia a un mayor rendimiento escolar y a mejores resultados en la vida. También es una estructura de apoyo clave para los padres que trabajan. ¿Cómo pueden los gobiernos garantizar que sea accesible para todos, especialmente para los más desfavorecidos?; (c) La seguridad emocional y física es clave para el aprendizaje y el desarrollo saludable. ¿Cómo pueden colaborar las escuelas y las comunidades para garantizar la seguridad de los alumnos? ¿Cómo pueden los sistemas educativos preparar y apoyar mejor a los profesores para ello?; (d) Los alumnos llegan a la educación desde circunstancias familiares y de vivienda diferentes y cambiantes. ¿Cuáles son las implicaciones del aprendizaje a distancia e híbrido para los diferentes grupos de estudiantes? ¿Cómo se pueden reorganizar el tiempo, los espacios y las personas para apoyar las diversas necesidades de los estudiantes y las familias?

C. CONOCIMIENTO Y PODER

Las tecnologías digitales permiten disponer de un número casi infinito de datos e información con el «big data», proporcionando nuevos y poderosos medios para tomar decisiones y resolver problemas. Sin embargo, han surgido nuevas cuestiones, como la forma de tratar la abundante información, a veces falsa o engañosa, en un contexto que cambia rápidamente, y la mejor manera de movilizar nuestra inteligencia colectiva. En el mundo actual, el aumento de la información y el conocimiento viene acompañado de una mayor incertidumbre. Gobernar el conocimiento con eficacia es fundamental tanto para los individuos como para los colectivos.

Promover la investigación pertinente y ampliar las innovaciones eficaces es fundamental para mejorar la calidad de la educación. Pero este universo de información fácilmente accesible plantea cuestiones esenciales, al igual que los potentes algoritmos plantean cuestiones de ética, transparencia y responsabilidad. ¿Cómo podemos ayudar a todas las personas no sólo a acceder a la información, sino a saber qué hacer con ella cuando la tienen? ¿Podemos desarrollar una gobernanza más inclusiva, mejorar el uso y la calidad de las pruebas y aumentar la confianza del público?

El progreso científico y la investigación nos ayudan a tomar decisiones y resolver problemas, pero también pueden introducir nuevas incertidumbres. La educación dota a las personas de conocimientos y ayuda a reforzar los valores y las habilidades necesarias para que tengan sentido en sus propios contextos. Esta sección explora estas cuestiones a través de cinco tendencias:

(1) Sociedades del conocimiento: explora la expansión de la producción, distribución y uso del conocimiento; (2) ¿Son los datos demasiado grandes para fracasar?: examina la Inteligencia Artificial y la toma de decisiones basada en datos; (3) Apertura de la ciencia: destaca las formas emergentes de producción y difusión científica; (4) Gobernanza del conocimiento: ilustra la expansión de la investigación y cómo los gobiernos la moldean y promueven; (5) Decir la verdad al poder: examina el papel del conocimiento experto en las democracias actuales.

Estas tendencias se relacionan con la educación y su futuro a través de una serie de preguntas y escenarios. Se discuten las posibles implicaciones del COVID-19, tanto inmediatas como a largo plazo. Las tendencias pueden acelerarse, doblarse y romperse. A medida que la conmoción disminuye, surgen preguntas abiertas e importantes sobre los efectos a largo plazo de estos cambios. Acelerarse. ¿Acelerará la pandemia las tendencias de la ciencia abierta? El aumento de la financiación, el acceso y los datos abiertos, y la publicación acelerada de la producción científica relacionada con el COVID-19; Doblarse. Las medidas de emergencia de salud pública interrumpieron tradiciones democráticas clave, como la suspensión de elecciones, las restricciones de movilidad (cierres y toques de queda) y los poderes excepcionales de vigilancia del Estado sobre los ciudadanos; Romperse. ¿Cambiará la "infodemia" del COVID-19 nuestra forma de tratar la información digital? Las plataformas de medios sociales y los motores de búsqueda pretenden evitar la difusión de información falsa y engañosa.

Implicaciones para la educación y el acompañamiento: (a) La disponibilidad de los conocimientos no garantiza el acceso a los mismos ni las habilidades para utilizarlos. ¿Qué tipo de educación se necesita para que los estudiantes, los profesores y los responsables de la educación puedan utilizar los conocimientos de forma eficaz?

(b) Los sistemas de inteligencia artificial se utilizan cada vez más para tomar decisiones en el ámbito de la educación (por ejemplo, la evaluación de los estudiantes o la asignación de los alumnos a las escuelas). ¿Hasta qué punto han sido eficaces y justos los resultados? ¿Estamos auditando estos algoritmos? ¿Qué situaciones deberían priorizar la intervención humana? (c) El acceso abierto, los datos masivos (big data) y la inteligencia artificial están transformando las formas de producir y utilizar la ciencia. ¿Qué habilidades digitales se requieren para la ciencia con uso intensivo de datos? ¿Qué cambios son necesarios en la educación y la formación?; (d) Las instituciones educativas generan cada vez más datos sobre sus estudiantes. ¿Deberían compartirse todos estos datos de forma más abierta con las diferentes partes interesadas (estudiantes, padres, medios de comunicación)? ¿Qué repercusiones tendría esto en las relaciones entre alumnos y profesores, entre profesores y padres, etc.? Por ejemplo, ¿cuáles son los pros y los contras de que los padres de familia puedan seguir de cerca la vida escolar de sus hijos?; (e) ¿Cuál es la mejor manera de apoyar la producción de investigación educativa de alta calidad?; (f) ¿Debe enseñarse (no necesariamente promoverse) la desobediencia civil en la asignatura de educación cívica? ¿Una cultura de las aulas que promueva la disidencia y el debate respetuosos favorecería un mejor aprendizaje?

D. IDENTIDAD Y PERTENENCIA

Los cierres y el distanciamiento social en la pandemia nos empujaron a reflexionar sobre nuestras relaciones con los demás, con la naturaleza y con nosotros mismos. En un mundo global y digital, el poder vinculante de las viejas instituciones está disminuyendo mientras surgen nuevas identidades y formas de pertenencia. La educación puede ayudar a satisfacer las necesidades de los diversos alumnos y sus comunidades, al tiempo que cultiva las competencias globales. Esta sección explora estas cuestiones a través de cinco tendencias:

(1) Puedes seguir tu propio camino: examina el declive de las instituciones tradicionales y el aumento del individualismo; (2) Es un mundo pequeño después de todo: examina la diversificación dentro de las naciones y la cooperación multilateral; (3) Di lo que piensas: destaca los patrones cambiantes de compromiso cívico y político; (4) Todos para uno y uno para todos: muestra cómo están evolucionando los derechos y las oportunidades del colectivo LGBTI+ y de la discapacidad; (5) Los muchos perfiles de nosotros: examina el papel de las plataformas digitales en la formación de la identidad y la comunidad.

Estas tendencias se relacionan con la educación y su futuro a través de una serie de preguntas y escenarios. Se discuten las posibles implicaciones del COVID-19, tanto inmediatas como a largo plazo. Las tendencias pueden acelerarse, doblarse y romperse. A medida que la conmoción disminuye, surgen preguntas abiertas e importantes sobre los efectos a largo plazo de estos cambios. Acelerarse. ¿Seguiremos socializando más y más virtualmente? Las ventas de videojuegos se dispararon durante COVID-19, ya que las plataformas digitales y los juegos para móviles crecieron para satisfacer la demanda. Muchos jugadores nuevos se unieron como una forma de encontrar aperturas a lo social y entretenimiento durante los confinamientos (lock downs); Doblarse. ¿Y los niños? El COVID-19 ha exacerbado las privaciones existentes, como la pobreza y el estrés familiar, con una "pandemia oculta" de nuevos huérfanos y niños sin cuidados esenciales ¿Cuál será el impacto a largo plazo en su bienestar y resultados vitales?; Romperse. ¿Qué futuro tienen las artes? Las artes ofrecen belleza, entretenimiento y lugares de encuentro. Las industrias culturales son clave para la economía como empleadores y patrocinadores de las artes. También proporcionan formas de examinarnos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, de debatir y reflexionar juntos, y de aprender.

Implicaciones para la educación y el acompañamiento: (a) Las identidades y los antecedentes de los estudiantes (por ejemplo, el género, dificultades comunicativas, etc.) influyen en el rendimiento académico y las aspiraciones. ¿Cómo pueden las instituciones educativas fomentar identidades de aprendizaje positivas y ambiciosas sin dejar de aceptar a los estudiantes tal y como son y ayudarles a sentirse cómodos consigo mismos? (b) Aumenta la diversidad social, la conexión con los demás a través de interacciones multiculturales abiertas y adecuadas es cada vez más relevante. ¿Cómo puede la educación fomentar la comprensión, la tolerancia y la apreciación de diferentes perspectivas culturales y visiones del mundo dentro de la sociedad? (c) Hoy en día, la migración es cada vez más temporal o circular que permanente, ¿Qué significa esto para la enseñanza de la ciudadanía y la identidad? ¿Y para la planificación e impartición de la educación? (d) Los sistemas escolares se basan tradicionalmente en modelos e identidades nacionales. A medida que la escolarización se digitaliza cada vez más, ¿podría surgir un sistema escolar internacional? Por otra parte, ¿se imagina a los alumnos matriculados en un sistema escolar público de un país diferente al suyo? (e) En las sociedades más fragmentadas, la capacidad de los líderes para salvar las diferencias y generar amplias coaliciones es tan difícil como necesaria. ¿Valoran los ciudadanos suficientemente esa capacidad en sus representantes? ¿Debe la educación ayudarles a hacerlo? En caso afirmativo, ¿cómo? ¿Qué competencias son necesarias? (f) Los conocimientos y las competencias se correlacionan positivamente con el nivel de autoeficacia política de los individuos, la confianza en las instituciones y en los demás ciudadanos y la probabilidad de votar. ¿Qué lugar ocupa entre las prioridades de su sistema el desarrollo del "gusto por aprender" de los alumnos y sus capacidades para "aprender a aprender"?; (g) ¿La infraestructura de los centros educativos es adecuada para atender las necesidades de todos los estudiantes (incluidas las diferentes capacidades de aprendizaje, cognitivas y físicas) de su sistema? ¿Es el aprendizaje no formal accesible e inclusivo para todos? Si no es así, ¿cómo podrían ayudar las instituciones educativas? (h) Las identidades digitales y físicas se entrelazan cada vez más a medida que la tecnología impregna nuestra vida cotidiana. ¿Cómo puede la educación apoyar el desarrollo de la identidad y la pertenencia, tan importantes para el bienestar? ¿Cuáles son las oportunidades y los riesgos que surgen en este contexto cambiante?

E. NUESTRA NATURALEZA CAMBIANTE

Nuestra conexión con el mundo natural ha evolucionado profundamente a lo largo de la historia. La educación puede desempeñar un papel fundamental para ayudarnos a cultivar relaciones sanas y sostenibles con nosotros mismos y con nuestro entorno. Esta sección explora estas cuestiones a través de cinco tendencias:

(1) No hay Planeta B: destaca el ritmo insostenible al que estamos consumiendo los recursos naturales; (2) El mundo natural: explora los esfuerzos para proteger los ecosistemas naturales frente a una población cada vez más urbana; (3) Alimentos para pensar: discute las tendencias en la producción y el consumo de alimentos; (4) Nuestro cuerpo humano: examina los avances en la medicina y las tecnologías de mejora para la vida humana; (5) Nadie vive en el ciberespacio: destaca el crecimiento de la comunicación y la realidad digital, pero nos recuerda que un «emoji de abrazo» no es lo mismo que un abrazo – como aquél de/para un ser querido .

Estas tendencias se relacionan con la educación y su futuro mediante una serie de preguntas y escenarios. Se discuten las posibles implicaciones del COVID-19, tanto inmediatas como a largo plazo. Las tendencias pueden acelerarse, doblarse y romperse. A medida que la conmoción disminuye, surgen preguntas abiertas e importantes sobre los efectos a largo plazo de estos cambios. Acelerarse. ¿Rediseñaremos nuestras ciudades para convertirlas en lugares más sostenibles, resistentes y habitables? Tras la pandemia, muchas ciudades de todo el mundo recuperaron el espacio urbano, dando prioridad a las intervenciones de apoyo al transporte no motorizado, como los «carriles bici» (carriles para bicicletas) emergentes, el uso gratuito de bicicletas compartidas, las subvenciones a las bicicletas eléctricas y las medidas de pacificación del tráfico. Varias ciudades se plantean ahora convertir estas infraestructuras de emergencia en instalaciones permanentes; Doblarse. ¿Podemos vivir dentro de la capacidad de recursos de la Tierra? El «Día del Sobregiro de la Tierra» marca la fecha en que nuestra demanda de recursos naturales supera lo que la Tierra puede suministrar en un año determinado. Mientras que en 1970 llegamos a diciembre, ahora superamos la capacidad de la Tierra en julio. Los paros debidos al COVID-19 retrasaron la fecha en 2020, pero las ganancias fueron efímeras. ¿Podemos crear hábitos de consumo sostenibles para frenar o invertir esta tendencia? Romperse. ¿El distanciamiento físico ha llegado para quedarse? ¿Tan lejos... y tan cerca? Frente a los múltiples cierres y otras medidas de distanciamiento social, plataformas online como Zoom permiten una nueva unión virtual. Las «happy hours» virtuales, las pausas para el café y las clases de ejercicio físico, entre otras, aparecen en nuestras agendas. ¿Qué prácticas interactivas virtuales perdurarán? ¿Desafiará lo digital a lo no digital?

Implicaciones para la educación y el acompañamiento: (a) ¿En qué medida los jóvenes son conscientes de la conexión entre sus decisiones cotidianas y las posibles consecuencias a largo plazo, no sólo para ellos sino para la sociedad en su conjunto? ¿Cómo pueden los sistemas educativos apoyar esta comprensión y los cambios de comportamiento necesarios para marcar la diferencia? ¿Cómo pueden los sistemas educativos garantizar que estos beneficios lleguen a todos los estudiantes, incluso a los de los centros urbanos más densos? ¿Qué tipo de asociaciones, recursos y pedagogías se necesitan? ¿Se puede experimentar la naturaleza en un entorno virtual, o es una contradicción considerar la vinculación de estos términos?; (b) La publicidad de "comida chatarra" suele dirigirse a las personas de forma sofisticada, ¿Cómo puede la educación preparar a todas las personas para que tomen decisiones alimentarias con conocimiento de causa, especialmente a los estudiantes y familias vulnerables con menos acceso o conocimiento de las opciones saludables? ¿Cómo se puede ayudar a los estudiantes a reconocer las relaciones entre la comida y el bienestar emocional?; (c) los estilos de vida cada vez más sedentarios están relacionados con el aumento de las tasas de obesidad, enfermedades mentales y enfermedades crónicas. Observando las tendencias en el uso de la tecnología y la gamificación, ¿puede imaginarse que las escuelas incluyan el ejercicio físico en las tareas a través de aplicaciones apps y juegos para teléfonos inteligentes? (d) El aprendizaje híbrido, que combina actividades virtuales y físicas, puede estar aquí para quedarse. ¿Qué tipo de implicaciones podría tener, por ejemplo, para la diversidad y el aprendizaje personalizado? ¿Cómo puede utilizarse para mejorar la calidad y la equidad de la educación? ¿Qué tipo de infraestructura y apoyo se necesita?; (e) El aprendizaje es un proceso social y, con el cambio repentino al aprendizaje a distancia debido al COVID-19, muchos estudiantes universitarios destacaron la importancia de la interacción y la experiencia social. Volviendo a lo básico, ¿qué es lo mejor para el aprendizaje, que ventajas se generan incluyendo el aprendizaje a distancia? ¿Cambia la respuesta en función del nivel educativo?

CONCLUSIONES

Es importante prepararse para lo inesperado. Conectar e integrar las tendencias mundiales con la educación y el acompañamiento eficaz es un medio de ampliar nuestros horizontes y fundamentar la toma de decisiones. Pero pensar en el futuro significa considerar la compleja evolución de las tendencias existentes, así como los posibles desarrollos y choques. Así, se pueden vincular las tendencias anteriormente mencionadas con los Escenarios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de cara al futuro de la escolarización, presentando futuros alternativos para motivar e impulsar a todos para estar preparados para lo inesperado. Esto es crucial: como nos recuerda la pandemia de COVID-19, el futuro puede sorprendernos y lo hará.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• Bandura, A. (2000). Autoefficacia. Teoria e applicazioni, Erickson, Trento. • Bertini, M., (2012). Psicologia della salute, Raffaelo Cortina Editore, Milano. • Chévez Mandelstein, A., (2021). Acompañamiento Terapéutico en España, Universo de Letras, España. • Dragotto, P. A, Frank M. L. (2012). Acompañantes: conceptualizaciones del acompañamiento terapéutico como dispositivo en el campo de la salud mental, Editorial Brujas, Córdoba-Argentina. • OECD (2020). Back to the Future of Education: Four OECD Scenarios for Schooling, Educational Research and Innovation, OECD Publishing, Paris. • OECD (2022). Trends Shaping Education 2022, OECD Publishing, Paris. • Schietroma S., Mastromarino R., (2001). Teorie e ricerche sulla leadership: una proposta di integrazione funzionale in Psicologia, psicoterapia e salute. Rivista IRPIR-IFREP, VII (2001) 3, 367-399. • Siegel, D. J. (2021). La mente relazionale. Neurobiologia dell'esperienza interpersonale, Raffaello Cortina, Milano.