Formación

EL «ROSTRO» DE LA FORMACIÓN Y EL DESARROLLO HUMANO

Keym Santizo
Psicólogo
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El término «formación» ha tenido muchos usos y todavía en la actualidad es entendido de muchas formas. En el lenguaje común y en la literatura pedagógica este término es sinónimo de educación, de aprendizaje, de instrucción, de adiestramiento. Se puede decir que, en un cierto sentido, el término en cuestión los comprende todos. En esta sede se traen a colación dos elementos relevantes de la «formación»: (a) La formación como proceso integrativo del desarrollo personal, y (b) La «formación» entre «Bildung» (autodesarrollo) y la habilitación a roles profesionales y sociales «Paideia».

En la línea del desarrollo humano, la «formación» viene a significar, ser el resultado del proceso (y el proceso mismo), en el cual la persona madura sus potencialidades subjetivas, aprende aquello de lo cual es carente, consolida las propias potencialidades, se habilita para vivir la vida personal y relacional. Ello se da en la relación con el ambiente y con sus concretas realidades históricas, culturales, materiales y de humanización; y con la mediación y el acompañamiento de figuras (padres de familia, educadores, profesionales de la salud mental, etc.), instituciones (familia, escuela, grupos, iglesia, asociaciones, «mass media», etc.), actividades individuales y sociales, más o menos, enfocadas a este propósito (prevención, cura, asistencia, adiestramiento, socialización, inculturación, enseñanza, instrucción, educación, etc.). En este sentido, Rousseau, en el primer capítulo de su libro “Emilio” o “De la Educación”, afirma que «cada uno de nosotros está formado de tres especies de maestros»: la naturaleza («el desarrollo interno de las facultades y de los órganos»); los hombres («el uso que nos es enseñado a hacer de este desarrollo»); y las cosas («adquisición de la experiencia personal relativa a los objetos»). En términos similares, actualmente se habla de educación extendida o informal (las influencias del ambiente y de las dinámicas de la comunicación social), de educación no-formal (las influencias del ambiente y de las dinámicas de la resonancia normativa, como aquellas que vienen de las organizaciones deportivas, del mundo de las diversiones o de las asociaciones o del ambiente familiar); y de educación formal, especialmente implementada por aquello que viene reconocido por el sistema social de formación (aprendizaje en un aula, certificaciones académicas, etc.). La necesidad de la integración y de la coherencia entre estos múltiples factores de la formación es indispensable para el éxito y la positividad del entero proceso.

La «Paideia» y la «Bildung» son dos conceptos que podrían indicar el sentido auténtico de la «Formación». En primer lugar, etimológicamente el significado de «formación» como proceso integral de autodesarrollo personal puede ser referido al término alemán «Bildung» (que dice conjuntamente la imagen humana ideal, la cultura que humaniza y la acción humanizadora a través de dicha cultura). En el mundo de la Ilustración y el Romanticismo alemán, «formación» pasó a significar «cultivo del yo», «cultura del espíritu (la mente)» (en la acepción alemana de "espíritu", «der Geist», que implica intelectualidad, esteticismo, ética, religiosidad, cultura y su armoniosa composición personal). La Bildung es desarrollo y conformación, proceso tensional y dinámico dirigido hacia un “modelo” (al cual, de hecho, referirse). En un cierto sentido también es “desvelamiento” de uno mismo y no solo efecto de prácticas empíricas accionadas desde afuera hacia el individuo; En segundo lugar, la Paideia es la herencia que el individuo “recibe” del mundo, es la formación en cuanto transmisión de las ideas, de las prácticas, de los valores de la familia y del contexto social, pero también reelaboración autónoma de la realidad y, en parte, “desvelamiento” (de uno mismo) en el momento en que, cuando crecemos – a través de los encuentros, los testimonios, los diálogos, los contextos en los que vivimos – nos convertimos en algo que no era posible prever con anticipación (roles profesionales y sociales). Nos convertimos en algo que es tal en función del contexto que ha acompañado nuestro «ser en el mundo»: de allí que se da la capacidad de «autodesarrollo»; A través del diálogo se da sentido a nuestro vivir cotidiano, descubriendo el significado de las propias decisiones y proyectos a través del «lenguaje» y a través de la «intersubjetividad». Esta última categoría es el elemento fundamental de cualquier enfoque formativo (la danza entorno al sujeto: Bildung - Paideia), no solo para el niño y para los sujetos en etapa de desarrollo (adolescentes), sino también para el adulto que aprende.

1. LA DIMENSIÓN EDUCATIVA Y LA DIMENSIÓN FORMATIVA La educación funciona como un bien común, apoyando derechos fundamentales como la participación cívica y política y niveles adecuados de salud y bienestar. Las personas con un alto nivel educativo muestran un mayor compromiso con el proceso democrático, tienen más probabilidades de decir que tienen voz en el gobierno, de ser voluntarios y de confiar en los demás. También es más probable que tengan una mejor salud física y mental, ya que los niveles más altos de educación se asocian a una reducción de los comportamientos de riesgo y a estilos de vida más saludables.

Además, la educación es fundamental para la economía del conocimiento. La educación crea capital humano; aumenta las capacidades de los individuos, mejorando la productividad económica y facilitando el desarrollo y la adopción de tecnologías de vanguardia. Los avances en la inteligencia artificial, la visión y las capacidades de movimiento de los ordenadores podrían tener, sin duda, un fuerte impacto en las tareas realizadas por la mayoría de los trabajadores en los empleos actuales. Muchos factores económicos y organizativos median en la aplicación de la tecnología en la economía y, a medida que las capacidades informáticas evolucionan, también lo hace la demanda de habilidades en los mercados laborales: la demanda de habilidades sociales y emocionales, por ejemplo, ha seguido aumentando en las últimas cuatro décadas. El acceso a la educación, incluso en la etapa más temprana, puede seguir produciendo grandes beneficios más adelante en la vida. En muchos países el nivel de estudios sigue siendo un factor de predicción del empleo, mejor que las competencias reales.

Hoy en día, la educación tiene que ver con la capacidad de procesar información y resolver problemas, lo que incluye conocimientos disciplinarios sólidos, así como habilidades de pensamiento analítico, creativo y crítico. Se trata de habilidades más amplias que, si bien están relacionadas con la cognición, también tienen que ver con el funcionamiento interpersonal e intrapersonal, como las habilidades sociales y emocionales, la tolerancia y el respeto por los demás, así como las capacidades para autorregularse y comprender mejor los propios procesos de aprendizaje.

Las competencias cognitivas y actitudinales avanzadas, antes consideradas fuera del alcance de la mayoría, se esperan ahora como norma. Sin embargo, las evaluaciones nacionales e internacionales ponen de manifiesto diferencias notables en los resultados del aprendizaje, lo que suscita la preocupación por la "pobreza de aprendizaje" y las "carencias de competencias", aunque estas últimas son objeto de un acalorado debate. Con el aumento de las expectativas de la escolarización, el papel de las escuelas es cada vez más difícil y necesario para mantener un equilibrio entre la equidad, una oferta educativa excelente y la atención a las necesidades individuales de aprendizaje.

Además, las escuelas deben ofrecer oportunidades de aprendizaje a todos los estudiantes y trabajar de forma proactiva para desarrollar los hábitos y una mentalidad que favorezca la resiliencia y las actitudes positivas hacia el aprendizaje. La evaluación del futuro debe adaptarse a la diversidad de los estudiantes y mantener altas expectativas para todos, independientemente de los estereotipos sociales. Las evaluaciones avanzadas van más allá de lo que se puede memorizar, para ayudar a los estudiantes a ser más conscientes de quiénes son y cómo aprenden. Una mayor apropiación de esta información por parte de los estudiantes puede mejorar la eficacia formativa de la evaluación para una serie de habilidades, no sólo las que tradicionalmente se han valorado. A su vez, las habilidades blandas «Soft Skills», como la disposición a aprender, pueden ser clave para que los individuos sigan desarrollándose, intelectual y profesionalmente, a medida que envejecen.

2. ESCENARIOS PARA EL FUTURO DE LA ESCOLARIZACIÓN Nuestro mundo está en un estado perpetuo de cambio. Siempre hay múltiples versiones del futuro: algunas son suposiciones, otras esperanzas y temores. A nivel mundial, la transformación digital sin precedentes de la economía ha aumentado la conectividad de los mercados económicos y la diversidad étnica, lingüística y cultural de nuestras sociedades. Estos cambios no son cosméticos, sino que suponen una transformación fundamental en el equilibrio del poder económico y en las formas de vida. A la educación se le ha encomendado la tarea de proporcionar las habilidades y competencias necesarias para operar en este mundo moderno. Es una poderosa herramienta para reducir la desigualdad. En un mundo complejo y rápidamente cambiante, esto podría requerir la reorganización de los entornos de aprendizaje formales e informales, y la reimaginación de los contenidos educativos y su forma de impartirlos. En un mundo que envejece, es probable que estos cambios se apliquen no sólo a la educación básica, sino también al aprendizaje permanente «lifelong learning». Para prepararnos, tenemos que considerar no sólo los cambios que parecen más probables, sino también los que no esperamos.

A falta de hechos concretos o de pruebas sobre el futuro, la única manera de entenderlo de manera significativa es a través del diálogo. El futuro no puede observarse pasivamente. Hay que discutirlo activamente para aprender de él e identificar y acordar acciones para el presente. Imaginando múltiples escenarios para el futuro se reconoce que no hay un solo camino hacia el futuro, sino muchos. Los escenarios pueden tener en cuenta las tendencias describiendo cómo podría ser el futuro si una o varias tendencias continuaran (o cambiaran de rumbo). Los escenarios en sí mismos no tienen un valor intrínseco; es el proceso de crearlos o utilizarlos en el contexto del diálogo estratégico lo que los hace valiosos.

La participación y el diálogo son indispensables para el uso eficaz de los escenarios. A través del planteamiento, la exploración, la identificación de implicaciones y la adopción de medidas estratégicas, los escenarios nos ayudan a aprender del futuro para replantear y repercutir en nuestra comprensión del presente.

Los cuatro escenarios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para el futuro de la educación hasta el año 2040. No muestran un único camino hacia el futuro, sino muchos. El uso de estos escenarios puede ayudar a identificar las oportunidades y los retos que podrían estar en juego para la educación. A continuación, podemos utilizar esas ideas para ayudarnos a prepararnos mejor y actuar ahora.

A. LA ESCOLARIZACIÓN SE AMPLÍA. La participación en la educación formal durante los primeros años de vida sigue ampliándose para la mayoría de las personas. La colaboración internacional y los avances tecnológicos apoyan un aprendizaje más individualizado. Las estructuras y los procesos de escolarización se mantienen. Los certificados formales siguen siendo los principales pasaportes para el éxito económico y social. Mucha atención se centra en el plan de estudios, con un fuerte enfoque en el conocimiento y las habilidades, los valores y las actitudes son más prominentes (por ejemplo, la cooperación, el espíritu empresarial); La fuerte colaboración internacional entre los sectores público y privado impulsa los sistemas de aprendizaje digital, que se alimentan con recursos de aprendizaje y datos mutualizados entre los países. A medida que la digitalización permite a los estudiantes trabajar de forma más autónoma, el personal de la escuela puede centrarse más intensamente en el apoyo a las necesidades emocionales de los alumnos y la motivación para el aprendizaje.

B. EDUCACIÓN EXTERNALIZADA. Los sistemas tradicionales de escolarización se desmoronan a medida que la sociedad se implica más directamente en la educación de sus ciudadanos. El aprendizaje se lleva a cabo a través de acuerdos más diversos, privatizados y flexibles, siendo la tecnología digital un motor clave. Surgen diversas formas de iniciativas privadas y comunitarias como alternativa a la escolarización. Se produce una gran experimentación en las formas de organización, incluyendo una mezcla de educación en el hogar, tutoría, aprendizaje en línea y enseñanza y aprendizaje basados en la comunidad; El abandono de las estructuras rígidas de la escolarización tradicional (las etapas educativas de la educación básica) proporciona a los estudiantes una mayor flexibilidad para moverse a su propio espacio y potencialmente combinar el aprendizaje formal con otras actividades. En este sentido, una mayor capacidad de elección en los programas de aprendizaje (duración, alcance, coste, etc.) se traduce en soluciones de aprendizaje más adaptables a las necesidades individuales y, potencialmente, más alineadas con el objetivo del aprendizaje permanente.

C. LAS ESCUELAS COMO CENTROS DE APRENDIZAJE. Las escuelas se mantienen, pero la diversidad y la experimentación se han convertido en la norma. Las escuelas más sólidas conservan la mayoría de sus funciones. Siguen cuidando de los niños y realizando actividades que estructuran el tiempo de los jóvenes, contribuyendo a su desarrollo cognitivo, social y emocional. Al mismo tiempo, formas más sofisticadas y diversas de reconocimiento de competencias en el mercado laboral liberan a la educación y, por tanto, a las escuelas de las presiones excesivas del credencialismo, invirtiendo potencialmente las tendencias actuales hacia carreras escolares individuales más largas.

La apertura de los "muros de la escuela" conecta las escuelas con sus comunidades, favoreciendo formas de aprendizaje, compromiso cívico e innovación social en constante cambio. Las actividades escolares se planifican y diseñan en el contexto de una programación educativa más amplia que va más allá de sus propios muros, lo que da lugar a estructuras flexibles (infraestructura física, horarios) para dar cabida a actividades de aprendizaje combinadas con el apoyo de sistemas de información digital. Las escuelas son, en este sentido, la pieza central de ecosistemas educativos locales más amplios, que evolucionan dinámicamente, y que trazan las oportunidades de aprendizaje en una red interconectada de espacios educativos. De este modo, diversos actores individuales e institucionales ofrecen una variedad de habilidades y conocimientos que pueden ser aportados para apoyar el aprendizaje de los estudiantes. Al mismo tiempo, las escuelas están abiertas a la participación de profesionales no docentes en la enseñanza. Se espera, y de hecho se agradece, que los profesionales que no son profesores – los actores de la comunidad, los padres de familia y otros – desempeñen un papel destacado. También se acogen con agrado las asociaciones sólidas, ya que las escuelas tratan de aprovechar los recursos de instituciones externas, como museos, bibliotecas, centros residenciales, centros tecnológicos y otros.

D. APRENDER SOBRE LA MARCHA. La educación tiene lugar en cualquier lugar y en cualquier momento. Las distinciones entre aprendizaje formal e informal ya no son válidas, ya que la sociedad se vuelca por completo en el poder de la máquina. Este escenario se basa en los rápidos avances de la inteligencia artificial, la realidad virtual y aumentada y el Internet de las cosas. La enorme conectividad impulsada por una amplia y rica infraestructura digital y la abundancia de datos han cambiado por completo nuestra percepción de la educación y el aprendizaje. Las oportunidades de aprendizaje están ampliamente disponibles de forma "gratuita", marcando el declive de las estructuras curriculares establecidas y el desmantelamiento del sistema escolar. Al desaparecer la distinción entre aprendizaje formal e informal, los enormes recursos públicos que antes se dedicaban a la infraestructura escolar a gran escala se liberan para servir a otros fines o a la educación por otros medios. Este escenario dibuja un mundo en el que todas las fuentes de aprendizaje se convierten en "legítimas" y la educación de las personas avanza aprovechando la inteligencia colectiva para resolver problemas de la vida real. No existen barreras lingüísticas en el acceso al aprendizaje y a la colaboración con otros; la traducción precisa es ahora automática y en tiempo real.

Es difícil avanzar en el discernimiento del papel que los gobiernos del mundo deberían tener frente a los intereses privados del mercado y la sociedad civil; Las corporaciones digitales globales pueden desempeñar un papel clave, por ejemplo, en el impulso de los sistemas de aprendizaje y las nuevas «interfaces hombre-máquina», pero también es posible que éstas cohabiten con una diversidad de iniciativas ascendentes y sin ánimo de lucro. Aunque no es un hecho, estos avances podrían desarrollarse dentro de los límites de regímenes reguladores fuertes – que garanticen la transparencia de los algoritmos y la ética por diseño, por ejemplo – o a través de plataformas patrocinadas o gestionadas directamente por las autoridades públicas –locales, nacionales o internacionales. La evolución entorno a la propiedad de los datos, la democracia y el empoderamiento de los ciudadanos tendrá un impacto importante en estos temas.

3. SIETE TENSIONES INHERENTES QUE DEBEN CONSIDERARSE EN ESTE PROCESO EDUCATIVO-FORMATIVO: • MODERNIZACIÓN FRENTE A DISRUPCIÓN. ¿Qué puede mejorarse gradualmente y qué necesita una transformación fundamental? • NUEVOS OBJETIVOS FRENTE A VIEJAS ESTRUCTURAS. ¿Están alineados los objetivos y las estructuras? • GLOBAL VS. LOCAL. ¿Cuál es la mejor manera de conciliar los objetivos sistémicos con las necesidades locales? • INNOVACIÓN VS. EVITAR EL RIESGO. ¿Permite el sistema los fracasos que conlleva probar cosas nuevas? • LO POTENCIAL VS. LA REALIDAD. ¿Cómo conciliar las expectativas con la realidad del día a día? • LO VIRTUAL VS. LO PRESENCIAL. ¿Cuál es el equilibrio entre el entorno digital y el físico de toda la vida? • EL APRENDIZAJE VS. LA EDUCACIÓN. ¿En qué se diferencian la enseñanza y el aprendizaje?

4. EL BALANCE DEL PRESENTE Las tendencias en la educación nos ayudan a comprender el presente y nos ayudan a pensar en lo que nos depara el futuro. Una aproximación a la «formación continua», esencial en un mundo cambiante, conlleva subrayar las nuevas tendencias y el futuro de la educación, abarcando distintas miradas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS • Alessandrini, G. (2016). Nuovo manuale per l’esperto dei processi formativi, Carocci editore, Roma. • OECD (2020). Back to the Future of Education: Four OECD Scenarios for Schooling, Educational Research and Innovation, OECD Publishing, Paris.

Lic. Keym Santizo

PSICÓLOGO DEL DESARROLLO Y EDUCACIÓN

Soy Keym Santizo, psicólogo del desarrollo y educación. En cuanto se refiere a mi formación académica, adquirí conocimientos tanto de ingeniería en informática y sistemas como de filosofía y letras en la Universidad Rafael Landívar, Guatemala. Mi especialización en psicología la realicé en la Universidad Pontificia Salesiana, Roma-Italia.